domingo, 19 de junio de 2011

Las islas del Verano

Vean, detrás, la bandera. Esta escena em el libro es desgarradora.
A comienzos de diciembre de 2008 (vaya, cuánto pasó desde entonces) comentaba en Ser Axxonita, mi blog de cabecera, sobre la preparación de la tapa de Las islas del Verano.
Hoy, apenas unos días antes de la llegada del invierno en nuestro hemisferio austral, y por consiguiente el verano en el boreal, les dedico la imagen de tapa en cuestión, nuevamente sin aditamentos.
En ella traté de plasmar, de la historia que da nombre al libro, una de las escenas que más me conmovió. Hubo otras imágenes también, con ciclistas recorriendo la costa marítima británica, entre lomas y rocas, y la flemática efigie de un estadista en su trono; pero ninguna alcanzó a superar la terrible sensación de ese tren perdiéndose en la noche con su carga secreta. Así que investigué sobre trenes, banderas (compleja la bandera de las islas, que en realidad es la fusion de varias), estaciones de trenes y afiches de época (el cual hice aparte, envejecí digitalmente y plegué en el aire). Metí también en ella esa frase que tan claro doble sentido tiene, la que según Carlos Gardini es "La Grandísima Bretaña" (las dos opciones me gustan). Y ese brazo que perdió el afiche, y esos dedos que se asoman...
Mejor leer el libro.

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